Rambla Salvador Samà, 47
Vilanova i la Geltrú – Barcelona
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Geobiólogo – Consultor en Biohabitabilidad
Estudios de geobiología y feng shui
Los campos magnéticos y eléctricos de baja frecuencia constituyen una forma invisible de transmisión de energía. Es lo que conocemos como radiación.
Son generados por líneas de alta tensión, transformadores, antenas de telecomunicaciones, electrodomésticos, pantallas de ordenadores o camas con motores eléctricos, y pueden incrementarse en aquellas instalaciones eléctricas con defectos.
El campo magnético alterno aparece en el momento en que se consume electricidad, es decir, cuando hay movimiento de electrones. Constituye una fuerza magnética alrededor del espacio por donde se mueven los electrones. Conforme la carga de electrones en movimiento se incrementa, la magnitud del campo magnético también crece.
La magnitud de estos campos depende de la distancia a la fuente de emisión. Actúan sobre el cuerpo humano mediante el efecto de inducción y generan corrientes corporales parasitarios que pueden provocar perturbaciones en los procesos biológicos fundamentales del cuerpo humano.
Los campos eléctricos alternos son producidos por la tensión o diferencia de potencial. Constituye la zona del espacio donde aparece intensidad de una fuerza eléctrica. Esta fuerza se dirige de manera radial desde un potencial más alto hacia el más bajo, y finalmente hacia el origen del campo, la Tierra.
Actúan sobre las personas de manera que las intensidades de campos pueden redistribuir las cargas de los diferentes órganos del cuerpo, generándose también corrientes corporales parasitarios. Son menos penetrantes que el campo magnético y en consecuencia la capacidad de afectar a los órganos del cuerpo es menor.
El ser humano es un organismo bioeléctrico y se ve afectado por los campos magnéticos y eléctricos artificiales.
Por efecto de campos magnéticos de baja frecuencia se altera la producción de la hormona melatonina. La melatonina tiene una función importante en los biorritmos humanos, en la reproducción, el crecimiento y el sistema inmunitario. Las consecuencias directas de una merma de producción pueden ser trastornos del sueño, trastornos psíquicos (depresiones) y enfermedades degenerativas (Alzheimer, Parkinson).
Desde el año 2002 los campos magnéticos de baja frecuencia están considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como posibles cancerígenos humanos.
En 2015, el Comité Científico de la Comisión Europea sobre Salud, Medio Ambiente y Riesgos Emergentes (SCHEER) indicó que, en general, los estudios epidemiológicos de campos de frecuencia baja muestran un mayor riesgo de leucemia infantil con exposiciones promedio diarias de campo magnético superiores a 0,3-0,4 μTesla.
Estudios más recientes han mostrado una relación directa entre campos magnéticos y abortos. Concretamente un estudio de 2017 del National Institute of Environmental Health Sciences (NIH) indica un riesgo casi tres veces mayor de aborto espontáneo si una mujer embarazada ha sido expuesta a noveles más altos de campos magnéticos en comparación con las mujeres menos expuestas.
La medición del campo magnético se realiza mediante la inducción de voltaje en bobinas estacionarias. Las medidas obtenidas incluyen el registro de la densidad de flujo magnético de baja frecuencia (nTesla) de la corriente eléctrica de la red con determinación de la frecuencia dominante.
La medición del campo eléctrico incluye la intensidad de campos eléctricos de baja frecuencia (V/m) y de la tensión inducida en el cuerpo de las personas (mV) con determinación de la frecuencia dominante.
Las medidas de prevención más eficaces frente los campos magnético y eléctrico consisten en separarse de las fuentes de emisión. El apantallamiento es también relativamente fácil y económico en el caso concreto de los campos eléctricos mediante materiales masivos.
A partir de los resultados de las mediciones, se puede valorar también el uso de materiales conductores conectados a una toma de tierra eléctrica para desviar el campo eléctrico, o el uso de un desconector de red, dispositivo que corta de forma automática el voltaje cuando no hay demanda de electricidad.
Rambla Salvador Samà, 47
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